PREPARACIÓN DE RECIPIENTES PEQUEÑOS
1. El recipiente ha de ser lavado, preferiblemente con lavabajillas y agua templada, para eliminar cualquier tipo de aceite o grasa que pudiera quedar en el recipiente ya gastado, o bien en el que hayamos comprado especialmente para rellenar.
2. Ya que vamos a introducir un cosmético (sustancia que vamos a poner en contacto con alguna parte del cuerpo) es preferible desinfectar el envase. Para ello se puede usar agua y alcohol (llenar el recipiente con agua, y un chorro de alcohol, cerrar, agitar y dejar actuar al menos un día).
3. Prueba de estanqueidad. Si reciclamos botes pequeños que ya hemos usado antes, debemos cerciorarnos de que cierran perfectamente, y de que, en caso de ser llenados con líquidos, estos no escurren a través del tapón. Lo mismo hay que hacer con los envases comprados para rellenar. La prueba de estanqueidad consiste en llenar de agua hasta la mitad el envase (se puede hacer esta prueba con la mezcla de alcohol y agua del punto anterior) y colocarlo en diagonal boca abajo sobre un trozo de papel. Si al cabo de unas horas el papel está algo húmedo, significa que ese envase no es hermético, y por lo tanto no es conveniente llevarlo de viaje.
Prueba de estanqueidad |
4. Secar el envase. Al vaciar el agua quedan gotas pegadas en las paredes, que son muy difíciles de evaporar. Podemos dejar el envase abierto y esperar horas/días a que se seque por completo o bien, ayudar a la evaporación del agua residual. Para ello basta con echar un chorro de alcohol e ir girando el envase para que esa pequeña cantidad de alcohol vaya atrapando todas las gotas de agua. Luego se coloca el envase abierto y boca abajo para vaciar el líquido que queda (mezcla del alcohol que hemos echado y del agua que tenía). Se coloca de nuevo de pie, destapado al aire, y en unos minutos/horas estará completamente seco (el alcohol es mucho más volátil que el agua, así que en su camino de evaporación arrastra el agua con él).
En la siguiente imagen se puede ver el antes y el después de arrastar el agua residual con un poco de alcohol.
5. Llenado de envases. Para rellenar los frascos pequeños con líquidos podemos ayudarnos de un embudo, teniendo cuidado de lavarlo y secarlo completamente antes de rellenar con cada producto. Para rellenar tarritos de crema podemos ayudarnos de una cucharilla pequeña completamente limpia y seca, pero nunca tocar el producto con los dedos, porque podría perder su esterilidad. Podemos aprovechar el producto que quede adherido a la cucharilla y utilizarlo en ese momento (por ejemplo rellenar el tarrito de crema de día la última mañana antes de irnos de viaje, y así en ese momento podemos aprovechar la crema que quede en la cucharilla al hacer el llenado del tarrito).
6. Etiquetar. Es importante quitar la etiqueta antigua de un envase que va a ser rellenado para que no nos lleve a confusión (excepto si va a ser rellenado con el mismo tipo de producto que contenía (por ejemplo si se rellena el envase de una minitalla con el mismo producto en formato normal). Asimismo, una vez que hemos rellenado un envase, se hace necesario etiquetarlo con el nombre o tipo de producto que contiene. Esto se puede hacer con una pegatina y un rotulador indeleble (de los que no se van con el agua) o bien escribiendo en un papel normal con un lápiz y cubriéndolo con celo o un trozo de forro de libros de pegar, para que con la humedad no se borre.
NOTA: Es muy útil anotar el volumen del envase rellenable para hacernos una idea visual de la cantidad con la que necesitemos llenarlo en función de los días que lo vayamos a utilizar. Por eso, a la hora de reciclar un envase, es conveniente apuntar el volumen que marca la etiqueta, antes de quitarla.
6. Etiquetar. Es importante quitar la etiqueta antigua de un envase que va a ser rellenado para que no nos lleve a confusión (excepto si va a ser rellenado con el mismo tipo de producto que contenía (por ejemplo si se rellena el envase de una minitalla con el mismo producto en formato normal). Asimismo, una vez que hemos rellenado un envase, se hace necesario etiquetarlo con el nombre o tipo de producto que contiene. Esto se puede hacer con una pegatina y un rotulador indeleble (de los que no se van con el agua) o bien escribiendo en un papel normal con un lápiz y cubriéndolo con celo o un trozo de forro de libros de pegar, para que con la humedad no se borre.
NOTA: Es muy útil anotar el volumen del envase rellenable para hacernos una idea visual de la cantidad con la que necesitemos llenarlo en función de los días que lo vayamos a utilizar. Por eso, a la hora de reciclar un envase, es conveniente apuntar el volumen que marca la etiqueta, antes de quitarla.
ENVASES RELLENABLES
En las fotos se ven los envases de viaje para una persona, llenos para 2-4 días
Aceite corporal Tamaño original: 400 ml Tamaño de viaje: 120 ml (antiguo frasco de desmaquillante de ojos ) |
Crema corporal Tamaño original: 200 ml Tamaño de viaje: 40 ml |
Gel de ducha Tamaño original: 1000 ml Tamañode viaje: 70 ml (minitalla) |
Champú Tamaño original: 700 ml Tamaño de viaje: 50 ml |
Acondicionador Tamaño original: 400 ml Tamaño de viaje: 100 ml |
Colutorio (enjuague bucal) Tamaño original: 500 ml Tamaño de viaje: 100 ml |
Crema facial Tamaño original: 195 ml Tamaño de viaje: 40 ml |
Tónico Tamaño original: 400 ml Tamaño de viaje 100 ml |
RECOMENDACIONES
- Rellenar los envases de forma higiénica (hacerlo con las manos limpias y como se ha indicado anteriormente) y solo con la cantidad que esperamos utilizar.
- No rellenar un envase que no esté completamente limpio y seco.
- No tocar el producto con las manos ni con algún utensilio que pueda estar sucio, contaminado o manchado de otro producto o sustancia. Solo usar utensilios limpios y secos.
- Trasportar los envases de viaje en una bolsa de plástico, aunque vayan en un neceser, ya que a veces son recipientes más delicados que los originales.
- Gastar completamente el contenido del envase de viaje incluso si ya estamos en nuestra casa, para poder hacer cuanto antes una limpieza del mismo, a la espera de volver a rellenarlo la próxima vez.
- Nunca rellenar el envase original con el sobrante del recipiente de viaje, ya que podríamos incurrir en una contaminación del producto, puesto que el rellenado ha estado más tiempo en contacto con el aire (en su trasvase)
OTRAS ALTERNATIVAS
Dentífrico (pasta de dientes) Tamaño original: 100 ml Tamaño de viaje: 15 ml (vienen de regalo con muchos cepillos de dientes) |
Solución para lentillas Tamaño original: 360 ml Tamaño de viaje: 100 ml (en tu óptica habitual) |
Perfume o colonia Tamaño original: 100 ml Tamaño de viaje: 25 ml |
Discos desmaquillantes Tamaño original: 150 ud. Tamaño de viaje: 20 ud. |
Los discos desmaquillantes suelen ser algo engorrosos de trasportar, más si cabe, si tenemos un paquete recién empezado. Para llevar solo los necesarios podemos usar un envase de plástico (como los de las salsas de comida para llevar) una vez limpio y seco. Esta también es una buena opción para tenerlos habitualmente en casa, ya que se hace mucho más cómoda su extracción, que de la bolsa.
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